A la manera de Dios: A quién y cómo amar

“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento” Mar.12:30. Éste es uno de los pasajes que llenan mi corazón y que firmemente comparto. Con ésto, el Señor le habla a quien conoce bien, a sus hijos. Pensar que tenemos la inmensa capacidad de amar, es también pensar que tenemos el potencial de depositarlo en cualquier ser o cosa que nos deslumbre. Podemos llegar a ser tan apasionados de las personas o de lo que nos rodea que puede cautivarnos fuertemente. A tal punto, que si llegan a faltarnos, nuestro mundo puede llegar a estremecerse, a confundirse, a dolerse, a enfermarse y hasta llegar a perder el sentido de vida. Por eso, creo, que su palabra tuvo y tiene que ser un mandato que nos limite y que nos prevenga, por nuestra seguridad, la perspectiva de a quien y cómo amar. Por nuestra salud, por nuestra armonía, por nuestra formación. Amas apasionadamente a quien o lo que no debes? Ama con todo y pasión a aquél que nunca defrauda. Esta es mi primera gota de agua que llevará éste enorme río de buenas nuevas para el lector. Recuerda, Ama mucho, pero ama bien. Bendiciones. Ana Almanza <><