Si, muchos llegan a temer al
final de sus días. Muchos, quizás luchan por no dejar atrás, lo que consideran valioso
en este mundo. Se aferran desde sus más profundas entrañas; hasta pretender aferrarse
“con uñas y
dientes”, si fuera posible, para no soltarse y no enfrentar lo temiblemente
desconocido, un más allá.
Aunque sabemos, que, en momentos
críticos, lo más fuerte, humanamente hablando, que puede abrazar el alma de las
personas, son los vínculos afectivos con sus amados. Esas personas tan
importantes para todos nosotros, con quienes deseamos tener las cuentas claras que
nos lleven a experimentar una paz necesaria para nuestra alma y poder
despedirnos. Despedirnos, si somos elegidos para administrar el tiempo y poder
hacerlo. Mas esto no depende de ti, ni de mí, el poder tenerlo. Mas también es
la búsqueda desesperada y anhelante de aquel que te miró por primera vez en su
mundo, te amó y te dió
vida, aun sin tú haberlo tomado en cuenta.
El último
microsegundo para todos es importante. No importa edad, salud, dinero,
condición física o “influencias celestiales” que pudiéramos tener. Todos,
incluyendo a quienes creamos que tienen “toda” una vida por delante, estarán
llamados a presentarse ante su Creador. Es ese cerrar de tus ojos físicos y el
abrir de tus ojos espirituales. Es ese momento, a lo posiblemente desconocido
para algunos, más alentador para otros, que marcará una diferencia entre el
final de vida y el inicio de VIDA.
Pero espera, el inicio de VIDA no
será solo al cerrar tus ojos físicos, el inicio de vida comienza aquí y tus
ojos espirituales puede abrirse aquí. ¡Si! ¡AQUÍ! ¡Aquí en tu tiempo!¡Aquí en
tu situación! ¡Aquí en tu problema! ¡Aquí en tu desesperanza! ¡Aquí en la
tierra! Camina conmigo a conocer, a relacionarte y a intimar con un Dios amante
que te espera ahora antes de que llegue el inesperado microsegundo e
imperceptible fugaz aliento de vida. Invítalo a tu casa, a tu alma. Al
invitarlo a tu interior te sellará con la confianza de experimentar ese parpadear
del final al inicio de la VIDA aquí en él. Escoge SU VIDA.